Quien tiene contactos tiene un tesoro

– ¿Qué es para ti tu red de contactos?

– Un tesoro.

Esto es lo que me respondió una persona durante la charla que impartí hace un par de días para presentar el curso EL ARTE DE HACER CONTACTOS.

Efectivamente, los contactos son un tesoro que no siempre cuidamos y mimamos como se merece por una sencilla razón: pensamos en ellos únicamente como una fuente de la que queremos sacar provecho y se nos olvida que para que la fuente emane hay que ponerle los medios adecuados, en otras palabras, hay que DAR.

¿Qué haces para ser útil a tus contactos? ¿Cómo les estás ayudando? Son preguntas que conviene hacerse de vez en cuando para no perder la perspectiva.

Los pilares sobre los que debería ser construida cualquier red de contactos que se precie son 3: DAR, PEDIR y AGRADECER. Y lo cierto es que, bajo mi punto de vista, no siempre lo hacemos de corazón, sino con un interés y el famoso «hoy por ti, mañana por mí» en el fondo es «hoy por ti y a ver si tienes algo para mí ahora mismo».

¿Y qué es lo que hay que dar, pedir y agradecer?. Muy sencillo: AYUDA, ya sea a través de un producto o servicio útil por el que obviamente recibimos una contraprestación económica, ya sea a través de otra vía (información valiosa, dar a conocer una iniciativa, dar difusión a algo que puede ser importante para los demás, poner en contacto a personas que tengan intereses comunes, etc…).

Cuando aprendemos a dar sin intereses ocultos, a pedir de forma clara contando con la complicidad y buen hacer del otro en vez de exigirle y a agradecer de corazón en vez de hacerlo devolviendo lo que llamaba mi abuela «panes prestados» para no estar en deuda, la película cambia totalmente.

En la medida que entremos en esa energía, la contagiaremos a las personas de nuestro alrededor y nuestras relaciones no sólo profesionales, sino personales también, serán de una mayor calidad. No olvidemos que, como decía Wayne Dyer, «atraemos lo que somos». Nuestra red de contactos es parte de nuestro entorno y como tal es el resultado de nuestras acciones.

Empatizar, cumplir con lo que dices que vas a hacer en vez de comprometerte a lo que no puedes cumplir, ser asertivo y no manipular son factores que aumentan notablemente lo que yo llamo la «esfera de confianza» y que es directamente proporcional al grado de influencia y tu capacidad de impactar en las personas que te rodean.

Alguien me dijo una vez que lo importante no es conocer a muchos, sino cuántos de esos te recuerdan por algo que diste y que les ayudó. Sólo si te recuerdan hablarán de ti.

Para terminar comparto una frase que para mí fue un regalo. Se la oí a Carolina Rojas, una magnífica networker, en un seminario: DAR SIN ESPERAR Y RECIBIR SIN OLVIDAR.

¿Te atreves a ponerlo en práctica?

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¡GRACIAS!