COMPROMISO. ¿Qué te corre por el cuerpo cuando oyes esta palabra? ¿Fuerza y ganas de conseguir lo que quieres o mas bien urticaria? Observa tus emociones y defínelas, porque ellas van a ser las que te digan si realmente tienes compromiso o no con lo que haces. Y es que a veces tengo la sensación de que decimos demasiado a la ligera una palabra tan rotunda como es esa, COMPROMISO, como si pareciera que por decirla vas a resultar más creíble, cuando el compromiso no es una cuestión de palabras, sino de hechos y si no estás seguro de que vas a hacer aquello a lo que te comprometes, entonces tu credibilidad y reputación se resienten.
El compromiso es el resultado de dos variables:
- PALABRA, es decir, hacer lo que dices que vas a hacer
- CORAJE, hacerlo contra viento y marea pagando el precio que sea necesario
Y normalmente la amnesia se hace fuerte ante esa segunda variable, porque esa parte genera tal escozor muchas veces que ni con crema se alivia.
Cuando digo «pagar precio» no me refiero sólo al económico, sino también al emocional, a los cambios y las transformaciones sucesivas por las que has de ir pasando para seguir avanzando, porque el camino del emprendimiento es como digo siempre, una carrera de obstáculos y cada uno de esos obstáculos te hace más fuerte, te enseña algo nuevo y te hace progresar como profesional y como persona.
Lo cierto es que cuando tienes ganas de emprender pero aún no te has metido en el ajo del todo, piensas que todo es mucho más sencillo y en el artículo de hoy quiero, si estás en ese punto, aclararte algunas cosas porque a veces parece que esto de tener un negocio lo puede hacer cualquiera, que con soñar es suficiente y que con la ley de la atracción en la mano te sientas a pensar lo que quieres y va a aparecer. Pues siento decirte que las cosas no son así.
Soñar es fundamental porque tu sueño es la visión de lo que quieres conseguir, pero a los sueños hay que ponerles patas o dicho de otra forma, para materializarlos hay que hacer una serie de cosas y pasar por una serie de etapas que suelen poner patas arriba nuestras vidas.
La ley de la atracción funciona, pero no es para vagos. Dicho de otra manera, para atraer lo que uno quiere en la vida, hay que demostrar que realmente se quiere y para demostrar que se quiere algo hay que dar pasos firmes en la dirección de ese deseo. De esa manera, poco a poco empiezas a vibrar en una frecuencia diferente hasta que llega un día en el que entonces, como por arte de magia, las cosas suceden. En realidad suceden porque te lo has venido trabajando y has pasado por un intenso período de aprendizaje. Así es como funciona esto.
La suerte no existe. La suerte es fruto de una consecución de decisiones y acciones encadenadas en una determinada dirección que sólo dependen de ti. Hay un azar, sí, pero las consecuencias de ese azar dependen también de tu actitud ante cada suceso.
Con este planteamiento…
La pregunta del millón: ¿realmente estás comprometido al 100% con sacar adelante tu negocio?
Para saber si estás realmente comprometido al 100% es importante que reflexiones sobre una serie de cosas que aquí te planteo. Puede que alguna te suene un poco radical, pero igual que me gusta motivar a mis clientes y ayudarles a romper con sus barreras internas para avanzar, también me gusta ayudarles a posar en el nido los pájaros que tienen en la cabeza para que realmente consigan sacar el coraje necesario para hacer realidad sus sueños.
Por lo tanto, las cuestiones que te planteo en este artículo te sugiero que te las tomes como retos que estás dispuesto a abordar, porque la diferencia está en si ante cada reto te «arrugas» o tu planteamiento es «ahora no sé cómo hacerlo pero sé que voy a encontrar la manera de lograrlo». Ese cambio de actitud es lo que marca la diferencia y no es ni más ni menos que estés dispuesto en cada caso a pasar por un período de aprendizaje que dependerá ya de tu propio ritmo y del punto de partida en el que te encuentres. Para cada uno de ellos, además te voy a dar algunas pautas de cómo abordarlos con éxito.
¿Preparado? Pues vamos.
RETO 1: variabilidad de ingresos
Esto es lo primero a lo que vas a tener que enfrentarte. De empleado todos los meses tienes un sueldo fijo. Emprendiendo puede pasar de todo. Es muy importante que esto lo tengas en cuenta y te hagas tus colchones pertinentes. Sí, un negocio se puede arrancar con inversiones mínimas hoy en día, pero mientras ese negocio despega de algo tienes que comer y lleva un tiempo hasta que tienes unos ingresos regulares acordes al estilo de vida que quieres tener. Por lo tanto, para afrontar este reto necesitas por una parte un colchón y por otra la energía suficiente como para mantener una serie de acciones en marcha constantemente porque sin ellas la maquinaria deja de funcionar. Esas acciones son incómodas porque te tienes que enfrentar al rechazo y recibir muchos noes hasta que te llega el esperado sí. Si estás dispuesto a pasar por ese aprendizaje por molesto que te resulte, entonces te diré que sí, que tu compromiso es de un 100%. Si buscas formas de escaquearte o de que otros lo hagan por ti, te falta compromiso. Lo siento, pero en esto no hay atajos.
RETO 2: resistencia a la frustración.
Sé lo que es hacer, hacer y hacer y no obtener lo que deseas. Es fácil que se te pase por la cabeza mandarlo todo a paseo y muchas veces cuando parece que se pone todo peor es porque es para que des el último empujón y consigas salir del túnel. Por lo tanto, para abordar este reto es importante que estés totalmente enfocado a las soluciones y no a los problemas. Si ante cualquier obstáculo no paras de quejarte y sigues dándote de cabezazos contra la pared hasta que desistes, entonces tu compromiso no es del 100%. Si por el contrario, te quejas un poco pero rápidamente te pones manos a la obra para buscar alternativas, pedir ayuda, apoyarte en profesionales y aprender cómo salir del atolladero, entonces sí, tu compromiso es de un 100%.
RETO 3: exponerte y aceptar las críticas.
Exponerse es algo que va como digo yo, con el cargo de empresario. Si no te expones no se te ve y si no se te ve no vendes. Exponerse supone tener aciertos y errores que los ve todo hijo de vecino y la consecuencia más inmediata de eso es recibir críticas. Si estás dispuesto a recibirlas y utilizarlas a tu favor entonces tu compromiso es del 100%. Utilizarlas a tu favor significa aprender de ellas. Cierto es que habrá críticas que no te aportarán nada. Ante esas ponte el impermeable y deja que resbalen. Pero las otras recógelas todas y mira a ver qué ajustes puedes hacer para que tu negocio mejore gracias a ellas. Personalmente he recibido algunas «puñaladas» que me han ayudado a avanzar muchísimo. Cuando sientas que te están clavando un puñal y lejos de venirte abajo, te pones manos a la obra para resolver el entuerto, entonces da las gracias a quien te lo clavó porque sin saberlo te ha hecho un favor enorme. Si estás instalado en tu ego y no estás dispuesto a aceptar observaciones que te hagan mejorar, entonces no tienes el compromiso suficiente para avanzar.
Resumiendo…si emprendes vas a pasar por momentos de apuros económicos, situaciones frustrantes y críticas que te sabrán a «cuerno quemao». Son más que precios a pagar, son en realidad aprendizajes necesarios. Los apuros económicos te enseñan a vivir enfocado en la solución de manera constante, la frustración te enseña a la larga a ser más libre y las críticas te ayudan a ver lo que tú no ves y mejorarlo, lo que revertirá en tus resultados económicos. Todo tiene su por qué y es necesario pasar por aquí para llegar adonde quieres llegar. No es sencillo, pero no sólo se puede sino que cuando lo logras la satisfacción es del tamaño de la Puerta de Alcalá de Madrid.
Por lo tanto, ¿cuál es el grado de compromiso necesario para que pongas tu negocio en el lugar que quieres que esté? Saca tus propias conclusiones. Pista: de 100% para arriba.
2 comentarios en «Estoy comprometido al 100% con mi negocio. ¿Seguro?»
Azucena tienes muy buena filosofía de como enfocar los temas y los llegas ha explicar de una forma muy llana. Eso es muy bueno para el entendimiento de lo que expones. Cada vez que leo tus consejos, me atrae más tu manera de enfocar los problemas de cara a buscar soluciones. Gracias por tus exposiciones y consejos. Recibe un cordial saludo.
Muchísimas gracias, Adrián. Me alegro mucho de que lo que publico te sirve de ayuda.
Un abrazo