Dicen que en la mesa y en el juego se conoce al caballero. En este artículo no voy a hablar de cómo jugar al tute, a la brisca o al mus (de éste ultimo poco te podría decir porque nunca aprendí a jugar ), sino de cómo «jugar» a establecer relaciones con otras personas para impulsarnos con ellas.
En cualquier caso, independientemente del juego en sí, hay 5 cosas que te van a definir como villano o caballero:
– Cómo entras en la mesa a jugar.
– Cómo te comportas durante el desarrollo del juego.
– Cómo te lo tomas cuando ganas.
– Cómo te lo tomas cuando pierdes.
– Cómo sales de la mesa de juego.
Me voy a centrar en las dos primeras, que traducido al mundo profesional y de los negocios, sería realmente cómo abordar contactos e iniciar una relación con ellos.
Por supuesto, estamos hablando de establecer relaciones realmente fructíferas ya sea con clientes, colaboradores o socios, que aporten buenos beneficios y que esos beneficios se prolonguen durante el máximo de tiempo. Lo contrario sería el aquí te pillo aquí te mato, o sea, un «chimpún» y eso es pan para hoy y hambre para mañana.
LOS ENEMIGOS
Lo primero que tienes que saber es que a la hora de establecer buenas relaciones, hay dos enemigos por antonomasia que son los que precipitan todos los errores que puedas cometer y que hagan que al final no encuentres lo que buscas y/o que la relación se vaya literalmente al carajo:
– Las prisas
– El hambre
Ahí es donde tienes que echar mano de tu capacidad de liderazgo para sujetar a la bestia que todos llevamos dentro. Las prisas y el hambre duermen en lo más profundo de nosotros, pero no tienen un sueño profundo precisamente. Mas bien duermen como los gatos, o sea, en alerta. De lo que se trata es de que al menos seas capaz de mantenerlas en un duermevela.
Si les das rienda suelta, avasallas y espantas. Si las sujetas, cortejas y atraes. Así de sencillo.
Con esto no estoy diciendo que haya que dormirse en los laureles y esperar la venida de los higos chumbos que decía mi madre. Mas bien se trata de templar, de mantener un ten con ten, en definitiva, de estar presente.
En cuanto al hambre, es muy sencillo. Cuando vas a un sitio con intención de comer y no te dan la comida ¿qué haces?. Despotricar de poco sirve muchas veces, así que directamente te vas a otro, ¿no?. Pues aquí es lo mismo, practica la espera activa, es decir, mientras estás, busca a más gente y continúa tanteando. Vamos, no tengas reparo en ser un poco picaflor y revolotear buscando qué flor te va a dar el mejor fruto.
EL RECORRIDO
Es importante que sepas cuál es el camino que necesitas recorrer para ser capaz de evaluar muy bien en qué punto estás y cómo se está desarrollando el tema para al final llegar a buen puerto, que es de lo que se trata.
Las fases por las que tienes que pasar sí o sí antes de llegar a algo beneficioso en cualquier relación, bajo mi punto de vista, son las siguientes:
Primera toma de contacto
Las formas son importantes, por lo tanto, no entres avasallando hablando de tu libro o enchufando tu tarjeta a las primeras de cambio. Muestra interés por el otro, pregunta y escucha con atención y pídele la tarjeta después y ya verás cómo estará encantado de que tú también le des la tuya. Déjate fluir con las personas y muéstrate de manera genuina.
Generación de confianza
Ahonda un poco más y conoce más a la persona, establece una primera cita para conocer más y poder dedicarle más atención al otro. Explora inquietudes, indaga qué es lo que busca, deja claro lo que buscas tú, en definitiva, explora vías de colaboración.
Elaboración y evaluación de propuestas
No marees la perdiz. Haz propuestas concretas que realmente tengan sentido y generen dinero para ambas partes. No intentes aprovecharte del otro para impulsarte tú. Se trata de que arriméis el hombro por ambas partes. Si quieres que el otro se implique en algo, piensa en qué le vas a dar a cambio en vez de que te lo dé por tu cara bonita. Igualmente no permitas que te hagan hacer más de lo necesario. Recuerda que estás en una fase inicial de la relación y aún estáis calibrando y valorando, tanto lo que cada uno hace como el cómo lo hace.
Toma de decisiones y plan de acción
Cuando ya hayáis evaluado las propuestas, decidir por dónde vais y con qué. Diseñar un plan de acción con plazos de ejecución y revisión para poder testar la propuesta que habéis acordado y ver si tiene finalmente sentido o no. En todas las fases es muy importante y en ésta más: comprométete con lo que dices que vas a hacer y hazlo en los plazos indicados. No esperes compromiso si tú no cumples con lo pactado. Aquí es donde ya empieza el juego y donde se ve si realmente eres villano o caballero.
Por último, observa durante todo el proceso lo que sucede, tanto en el contenido como en las formas de llevarlo a cabo, porque puede ocurrir que algo no te convenza y al final esa relación no te interese tanto como pensabas. En tal caso no te despidas a la francesa. Tanto si ganas como si pierdes, has de ser caballero: valora el recorrido que habéis hecho juntos, agradece y sobre todo, anota lo aprendido.
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2 comentarios en «Abordar contactos: ¿cortejas o avasallas?»
¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA, CORAZÓN, QUE CONTIGO VOY A TRIUNFAR SÍ O SÍ, PORQUE TENGO LA SUERTE QUE LLEGAS JUSTO A TIEMPO ANTES DE CAGARLA (CON TODAS LAS LETRAS).
TENGO LA SUERTE DE QUE ME HACES SER PROFESIONAL Y AUTÉNTICO, Y TODAVÍA NO SOY CLIENTE TUYO. NO SÉ QUÉ PASARÁ EL DÍA QUE ME PONGA EN TUS MANOS…, SI QUIERES, CLARO.
GRACIAS MIL.
Jajajajaja. Me parto!. Me alegro de tener el don de la oportunidad para que no la cagues!. Y lo de cliente, aquí me tienes cuando me necesites. Ten por seguro que estaré encantada de trabajar codo con codo contigo para que sigas avanzando;-)