Cuando a mis clientes les pregunto qué es lo que les mantiene estancados, la respuesta siempre tiene que ver con alguno de los miedos que, en este artículo, quiero ayudarte a superar. Si tienes alguno más, compártelo en los comentarios para que también pueda ayudarte ¿vale? ????
Y es que de todo aquello a lo que te tienes que enfrentar cuando decides lanzarte para trabajar por tu cuenta como consultor, coach o terapeuta, lo que acaba teniendo más peso en tus resultados es tu capacidad para superar tus miedos. La estrategia es muy importante y sin ella no vas tampoco a ninguna parte, pero es que precisamente cualquier estrategia de negocio que quieras implementar con éxito, pasa por superar un miedo. ¿Cuál es el tuyo?
Esto de vivir de tu negocio va de ATREVERTE, de echarle morro, de mostrarte, de venderte, de pensar menos y hacer más, de corregir por el camino, de caminar al principio como buenamente puedas e ir perfeccionando la técnica según vas avanzando hasta que un día sin darte cuenta las cosas te salgan. Estás en un proceso de aprendizaje y has de ser condescendiente contigo mismo. Este entrenamiento es un estupendo comienzo para que dejes de estar atenazado y empieces a dar tus primeros pasos.
Es importante que entiendas algunas cosas con respecto al miedo:
- El miedo siempre va a estar ahí. No te avergüences por ello. Y sólo cuando lo mires de tú a tú estarás en condiciones de superarlo.
- Ningún miedo es una tontería cuando lo sientes. Será una tontería cuando lo superes. Sé condescendiente contigo mismo y no te castigues.
- Cuando postergas lo más probable es que haya un miedo detrás. Averigua cuál es y míralo de frente para empezar a superarlo.
- Lo que mitiga el miedo y te da poder es hacer y no pensar. En cuanto des el primer paso te darás cuenta de que no era para tanto la cosa.
Sí, es así de simple. Así que no te comas la cabeza, deja de pensar, deja de ponerte excusas y vamos a ir miedo por miedo para ponerle remedio y dejes de estar estancado.
1.- Miedo al rechazo
A todos nos gustaría que nos dijeran que sí a lo que queremos, pero cuando de 2 personas se trata lo que una quiere no tiene por qué ser lo mismo que la otra quiera. En los años que llevo ejerciendo como coach y mentora, nunca he sentido que me rechazaran a mí como persona, ni siquiera al principio. Lo que las personas suelen rechazar es lo que les ofreces y lo hacen por una razón muy sencilla: no les encaja. Y puede que no les encaje ahora y les encaje más tarde o directamente nunca les encaje. También puede ocurrir que no confíen en que tú puedas ser la persona indicada para ello porque no les transmites la seguridad que necesitan. Esto es muy normal que te pase al principio, pero siempre va a haber alguien a quien el nivel de seguridad tuyo le sea suficiente.
Ten en cuenta una cosa…si te rechazan a ti como persona es que ni siquiera te van a preguntar por tus servicios. Personalmente soy consciente de que no le caigo bien a todo el mundo, pero es que a quien no le caigo bien estoy segura de que no me sigue ni se interesa por lo que hago (salvo que le pueda dar morbo criticarme y ponerme a caldo, claro jajaja). Mi abuela siempre decía aquello de «a quien no le guste que no mire».
Ninguno somos afines a todo el mundo ni gustamos a todo el mundo, igual que a ti no te gustan determinadas personas tú tampoco les gustarás a otras. Aquí toca aceptar y enfocarte en quienes muestran interés en lo que tú ofreces y además les agradas. Punto pelota. Lo demás es ir mendigando afecto, reconocimiento, aceptación, etc.
Por lo tanto, el miedo al rechazo se supera con foco. Foco en a quién te gusta y puedes ayudar mejor, foco en quien está deseando que tú le ayudes, foco en aquellos con quienes te sientes a gusto y eres auténtico, foco en todo lo que puedes aportar de bueno a los que ayudas…. Y esto no sólo es válido para tu negocio, sino también para tu vida. Pon tu energía en quienes te impulsan y a quienes tú puedes y quieres impulsar. Win Win.
El secreto para vender tus servicios pasa por ahí, por enfocarte en un problema, en un tipo de cliente…cierra el círculo.
En mi entrenamiento es lo primero que te enseño a hacer para que consigas después vender sin agobiarte.
2.- Miedo a no estar a la altura
Este miedo tiene mucho que ver con que no te crees quién eres. Es muy normal que te pase sobre todo si has estado toda tu vida dedicado a desempeñar una determinada actividad y de repente haces otra para la que aún no tienes la experiencia suficiente. Necesitas recorrer el camino. Por lo tanto, este miedo se supera practicando. Al principio métete en cosas que te supongan un reto y que al mismo tiempo te sientas capaz de manejar. Da pasos a tu ritmo y apóyate en quien necesites. Si crees que yo puedo ser la persona indicada para ello, contáctame.
3.- Miedo a crecer
Este miedo está bastante relacionado con el anterior. Aparece normalmente cuando estás en un punto de inflexión en el que quieres pasar al siguiente nivel. Ten en cuenta que continuamente estás saliendo de tu zona de comodidad, de lo que conoces y ese miedo muy probablemente te asalta porque no sabes lo que puede suceder ni si vas a ser capaz de manejar la situación. Si hay algo que he aprendido en estos años es que la vida no te pone delante oportunidades para las que no estás preparado. Y estar preparado no significa que ya seas un maestro, significa mas bien que estés a punto para empezar a transitar ese nuevo camino porque el aprendizaje continúa siempre.
Para superar este miedo observa lo que otros que han llegado al punto de crecimiento al que tú quieres llegar, han hecho, qué estructuras tienen. ¿Qué es lo peor que te puede pasar si creces? Compártelo en los comentarios y lo hablamos, ¿vale?.
4.- Miedo a equivocarte
No te preocupes por este miedo porque es un hecho: te vas a equivocar (te pongas como te pongas).
Sí, siempre va a haber algo en lo que te equivoques, siempre vas a tener errores de cálculo, siempre vas a errar a la hora de hacer cosas que haces por primera vez. Este miedo se supera experimentando cuanto antes el equivocarte para darte cuenta que no es para tanto la cosa, y eso sólo se consigue de una forma: haciendo. Ríete de tus errores y al mismo tiempo agradécelos porque sin ellos no aprendes.
Los errores siempre van a estar presentes. Incluso cuando ya tienes experiencia vas a cometer errores (algunos de libro) por un exceso de confianza o porque aún hay algo que crees que aprendiste del todo y aún te quedaba algún fleco por aprender. Yo todos los años cometo alguno de esos y a la larga son los que más agradezco porque son determinantes para pasar al siguiente nivel que yo quiero.
Si el error te lleva a perder una oportunidad, es porque esa oportunidad no era para ti y tenía la misión de moverte en una determinada dirección para estar mejor preparado para la siguiente. Así que no te preocupes por ello y sigue caminando.
Convive con el error, hazte amigo de él, no hay nada perfecto o quizá todo es perfecto tal cual es. El error es incómodo, te cabrea contigo mismo, despotricas, te tiras de los pelos, rompes la vajilla…pero ya está. Aparentemente con el error pierdes, pero en el fondo ganas. Ganas aprendizaje, ganas experiencia y ganas en algo que a mí personalmente me encanta: SABIDURÍA.
¿Quieres aprender más? Apúntate a mi entrenamiento gratuito CÓMO VENDER SIN AGOBIARTE Y CONSEGUIR INGRESOS TODOS LOS MESES. No te vas a equivocar si lo sigues, al contrario, vas a aprender a sentar las bases de un negocio que consolidarás si eres constante en aplicar todo lo que aquí te enseño. ¿Te apuntas?
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