Hace años la palabra coach o coaching a la mayoría de la gente le sonaba a chino. Hoy en día me atrevo a decir que a veces hasta puede llegar a empachar porque está presente prácticamente en todo lo relacionado principalmente con el entorno empresarial. Todo lleva la coletilla de coach por algún lado y a veces los propios coaches la utilizamos con cierta ligereza provocando cierta confusión, porque independientemente de que ya sea algo cada vez más familiar, sigo teniendo mis dudas de si se sabe realmente cuáles son los beneficios reales que te puede aportar un coach y por qué tendría que invertir en ese tipo de servicio. De eso los únicos responsables somos los que nos dedicamos a ello.
Por eso, en este artículo trato de explicarte de forma clara y directa para qué te sirve un coach en tu día a día como empresario y cómo puedes sacarle el mejor partido. Conozco el servicio desde ambos lados, es decir, como persona que proporciona servicios de coaching y como consumidora habitual de dicho servicio y voy a hablarte desde mi propia experiencia.
En primer lugar, sepamos de qué estamos hablando. El coaching no es ni ninguna píldora mágica ni el remedio a todos los males de la sociedad como a veces parece que se presenta. El coaching es una metodología de aprendizaje, ni más ni menos. Dicho de otro modo, una herramienta. ¿Qué diferencia el coaching de otras metodologías? Pues que se trata de enseñar a la persona a aprender por sí misma, a tomar conciencia de lo que hace, para qué lo hace, cómo lo hace y a partir de ahí generar el cambio a través de la acción.
No le dices realmente lo que tiene que hacer, sino que le enseñas a darse cuenta de lo que realmente quiere hacer y emponderas a la persona rompiendo con sus barreras internas, sus miedos, su indecisión, para que se ponga en marcha para conseguirlo. Esto no está reñido con que una vez la persona elige el camino le sugieras vías que a lo mejor le encajen para acelerar el proceso de aprendizaje. Personalmente combino ambas cosas cuando lo considero necesario para el avance de la persona con la que estoy trabajando.
Esta forma de aprender lo que genera en el individuo es RESPONSABILIDAD y desde punto y hora que alguien es responsable, no sólo actúa, sino que lo hace con conciencia de querer fuertemente cambiar algo que se le resiste y ahí es donde surge la magia, porque algo que a priori podría parecer imposible, resulta que se hace realidad. Esto sólo funciona como ya habrás adivinado, si la persona en cuestión realmente desea ese cambio y está dispuesta a salir de lo conocido. Sin esa premisa, contratar a un coach sería algo parecido a como si tienes tos y te rascas la barriga. Estarás tirando tu dinero.
El coach en el fondo es como un profe particular que lo que te enseña es a pensar con conciencia y a creer en tu propio pensamiento, es el maestro que te enseña a sacar lo mejor de ti y a aprovecharlo en tu propio beneficio. Te enseña a liderar tu mente para que no te juegue malas pasadas y llegues adonde realmente quieres llegar.
Todo eso suena muy bonito y realmente lo es. Ahora bien, llevémoslo al mundo real.
¿En qué me puede ayudar todo eso a mí y a mi empresa?
Ni más ni menos que en desatascar todas aquellas situaciones que tengan que ver con actitudes, comportamientos y creencias, tanto tuyas como de tu gente, que estén generando malestar e impidiendo el avance de tu negocio.
Puedes tener un modelo de negocio que sea la caña de España, pero si ni tú ni las personas que lo pilotáis tenéis la preparación mental necesaria para hacerlo funcionar, apaga y vámonos. Dicho de otra forma, para pilotar un Ferrari de carreras hay que tener superadas muchas barreras internas, no basta sólo con saber conducir.
Te puedo poner otro ejemplo. ¿Crees que Nadal estaría donde está sin un equipo de asesores y entrenadores como el que tiene?
Precisamente los que quieren ser buenos en lo que hacen son los que más apoyos buscan y gracias a ellos se impulsan y llegan donde llegan.
Me dirás, Azu, antes no había coaches y los negocios salían adelante. Sí, pero jamás hemos estado en un entorno más competitivo que ahora para hacer negocios, en el que la especialización, la diferenciación y la honestidad son fundamentales. Y para lograr todo eso hace falta mucho más que conocimiento, hace falta desarrollar tus capacidades y actitudes como ser humano.
Nos dirigimos cada vez más a un mundo de continuo cambio en el que el freelance y el empresario van a tener cada vez más protagonismo porque ha dejado de haber trabajo para todos y toca que cada uno se invente el suyo para salir adelante, y puestos a inventarlo, inventa uno en el que des lo mejor de ti mismo y aportes más a los demás porque será el que al final te acabe dando de comer.
Hasta ahora no se ha cuidado mucho el aspecto humano de las empresas y en realidad, bajo mi punto de vista, una de las funciones principales del empresario es la de desarrollarse a sí mismo para desarrollar a otros y hacer crecer su negocio y eso no se puede hacer bien sin apoyos.
Me atrevo a decir que el empresario de hoy tiene que tener sí o sí habilidades de coach para liderar su negocio y además de eso necesitará invertir cada vez más en servicios de coaching, porque cuando uno está en medio del «fregao» que se dice, hay muchas cosas que no es capaz de ver de manera objetiva, por lo que la figura del coach como observador externo y apoyo al líder principalmente y a sus equipos cuando sea necesario, cada vez se hace más imprescindible.
Si estás empezando es muy probable que pretendas hacerlo todo tú solo y es importante que te remangues y te pringues en todas las tareas propias de la empresa habidas y por haber para aprender y que luego sepas elegir mejor a tus proveedores, pero sin apoyos no llegarás muy lejos. Pregúntate por tanto hasta dónde quieres llegar y sobre todo, en qué clase de persona te quieres convertir, porque desarrollar un negocio es uno de los procesos de transformación más brutales y enriquecedores que existen.
Invierte una parte de tu dinero siempre en personas que te asesoren y te guíen bien. El coach forma parte de ese equipo y se encarga del aspecto humano y mental. En función de la situación el apoyo podrá ser más continuado o simplemente puntual en determinados momentos, pero lo cierto es que cada vez más es necesario que tengas en cuenta al coach dentro de tu equipo de proveedores. En el mío te aseguro que la figura del coach está presente.
Y recuerda…
Si caminas solo llegarás más rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos
Proverbio chino