Siempre digo que tener tu propio negocio es como una carrera de obstáculos sin una meta final. Esto no significa que tengas que ir por la vida a tontas y a locas moviéndote en función de por dónde sopla el aire. Una cosa es fluir y otra muy distinta navegar sin rumbo a ver si suena la flauta por casualidad.
Lo que quiero decir con lo de que no hay una meta final es que en el avance siempre te vas a poner nuevas metas y retos, dicho de otra manera, nunca vas a llegar a un lugar en el que puedas decir «ya está, ya no tengo que hacer nada más».
Tú eres el único motor de tu negocio y si quieres que lo que haces funcione debes repostar el mejor combustible y pasar por el taller a revisarlo de vez en cuando porque en todo ese caminar son muchos los baches que uno se encuentra y muchos los errores que se cometen. Es algo totalmente normal y forma parte del proceso.
Algunos de esos errores sólo tienen como consecuencia que levantes un poco el pie del acelerador o que le des un toque al freno, pero otras veces, son de mayor calado:
Son los errores que directamente te sacan del camino y lo sabes porque sientes que has perdido el rumbo
Los síntomas (al menos los míos) son los siguientes:
- No te sientes feliz con lo que haces y hasta puede llegar a generarte cierto rechazo.
- Sientes que tu esfuerzo no ha servido para nada.
- Estás agotado y tienes la sensación de que tienes que empezar de cero una vez más.
¿Te has sentido así alguna vez? ¿Tú también tienes estos síntomas? Si tienes alguno más y además estás pasando por ello en este momento, anímate y compártelo en los comentarios para que pueda ayudarte. Es importante ya que todos estos sentimientos y sensaciones se transforman de manera inmediata en bloqueos mentales que no te llevan a ninguna parte.
El problema en todo esto es pensar que lo que te ha sucedido es porque no estás a la altura, eres un desastre, etc (sí, lo que viene siendo flagelarte con «alegría»). Cuando todo esto te sucede (y creéme que me ha sucedido más de una vez), es porque te has confundido en el HACER, es decir, en la estrategia, y probablemente aunque vieras desde el principio la posibilidad de que te la podías pegar, no la contemplaste y apostaste todo a una carta.
Sí, eso es todo y forma parte del proceso. Sólo avanzarás si arriesgas y a veces pasa que arriesgas demasiado porque tienes muchas ganas de pasar al siguiente nivel y te precipitas en tus decisiones, o dicho de otra manera, tienes que pasar primero por un nivel intermedio antes de llegar al que quieres.
En mi caso soy experta en lanzarme como un cohete y perder fuelle por el camino porque lo que quería hacer me requería mantener un ritmo para el que no estaba todavía entrenada. Es como si te estuvieras entrenando para correr una maratón, hubieras corrido un par de carreritas de 10 km, te hubieras sentido estupendamente y ya pensaste que estabas preparado. Y resulta que te lanzas a correr ya la maratón y te da una pájara por el camino. ¿Significa eso que no vas a poder correrla nunca? En absoluto. Significa que se te olvidó correr varias carreras de, por ejemplo, 20 ó 30 km, antes de dar el salto. Eso es todo.
Y ahora vamos con las buenas noticias porque, cuando cometes ese error de cálculo, o sea, te pasas de frenada, el resultado es mucho más positivo de lo que te puedas imaginar.
Primero, porque suele suceder que catas un poco la cima que quieres coronar y cómo te vas a sentir cuando estés en ella.
Segundo, porque suele suceder que por el camino has hecho cosas bien, cosas para las que sí que estabas ya entrenado, cosas que sabes que puedes volver a repetir. Probablemente si no te hubieras arriesgado no habrías sido consciente de ellas.
Con todo este preámbulo, quiero ayudarte a que, lejos de luchar contra el error, contra tu bloqueo y contra tu propia persona jurando en arameo, lo que hagas es dar las gracias por lo sucedido y aproveches el aprendizaje, porque en el siguiente envite es muy probable que des el salto que quieres dar.
¿Qué hacer entonces?
Comparto contigo, los 7 pasos que sigo de manera sistemática en estos casos con los que retomo todo con mucha más energía incluso que antes de que me sucediera.
1. Para del todo la maquinaria
Sí, lo sé, da miedo porque tienes la sensación de que si paras del todo es como si fueras a perder todo lo conseguido. Nada más lejos de la realidad. Parar del todo tiene un doble efecto:
- Dejas de desgastarte haciendo algo que ya has comprobado que no te funciona o te funciona sólo a medias.
- Te permite poder hacer una foto real de lo que está pasando y poder reflexionar sobre lo sucedido de manera objetiva.
El paro es temporal, puede ser días o unas pocas semanas y te aseguro que no se va a acabar el mundo porque lo hagas.
2. Suelta tu frustración sin buscar culpables
Mientras no lo hagas no serás capaz de pensar ni de valorar de manera objetiva la situación. Es importante que no busques culpables, de lo contrario entrarás en un bucle de victimismo y rabia que lo único que hará será retrasar el tiempo que tardes en salir del bache. No hay culpables, solo responsabilidades y esa es la tuya. Tomaste una decisión que te llevó a un lugar equivocado porque creíste en algo y tras la experiencia vivida has dejado de creer en ello. Ahora estás en proceso de encontrar una nueva solución. No hay más.
Busca apoyos para ser escuchado y conseguir una mayor claridad si lo necesitas. Pueden ser apoyos de personas de confianza de tu entorno personal o profesional con quienes mantienes contacto con regularidad. También pueden ser apoyos de profesionales como coaches, mentores o expertos que contrates porque te veas incapaz de salir por ti mismo. El camino nunca hay que recorrerlo solo y contar con ayuda es esencial para seguir avanzando.
Si estás leyendo esto y estás atravesando un momento complicado en tu negocio y crees que soy la persona indicada para ayudarte, contáctame aquí para que pueda valorar tu caso y orientarte.
3. Conecta con todo aquello que te hace feliz
Esto es vital para que estés ya de verdad en condiciones de retomar tu actividad desde el lugar correcto. Tómate unos días libres (ventajas de ser tu propio jefe) y disfruta de todo aquello que más te guste solo o en la compañía que desees. A mí personalmente me ayuda mucho conectar con la naturaleza en compañía de los que más quiero.
4. Revisa tus números
Este punto te va a dar mucha claridad y muchas veces te va a indicar que la debacle no era tanta como parecía al principio. Los números siempre son el reflejo objetivo de lo que te está pasando y no mienten. Lo demás son percepciones sujetas a subjetividades que te pueden llevar a error. Revisa siempre los números de manera comparativa con períodos previos. Por ejemplo, antes y después de que tomaras la decisión que te ha llevado donde estás ahora, o bien, compara tus números del año pasado con los de éste en la misma fecha. Es muy probable que te sorprendas y que te des cuenta que estabas facturando mucho más sólo que fruto de tus decisiones has hecho una mala gestión. Enfócate en el logro y no en el fracaso. Pensar en que «sí, son mejores pero son muy poco» es un pensamiento de escasez. Cámbialo por simplemente «he ganado más». Es difícil que vayas para atrás. Lo normal es que estés estancado. Sea lo que sea constátalo de manera objetiva y siempre viendo la botella medio llena.
5. Analiza el antes y el después para buscar aprendizajes
En mis inicios cuando algo no me funcionaba como yo quería lo tiraba todo por la borda. Con los años he aprendido que cuando el obstáculo que tienes por delante te cuesta saltarlo más de lo esperado, cada intento tiene siempre algo válido que puedes aprovechar y que además no habrías descubierto si no te hubieras equivocado. Como me dice una buena amiga, NADA CAE EN SACO ROTO. Siempre hay algo que puedes reciclar, rediseñar…no todo es desechable.
Revisa siempre estos 4 puntos que son los pilares de tu negocio:
- Nicho
- Mensaje
- Acciones de promoción
- Acciones de venta
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Por otro lado, relacionar los números que has tenido con las acciones que has ejecutado te ayuda a ver qué funciona mejor. Por eso es tan importante medir los resultados de cada estrategia que has puesto en marcha: número de visitas a la web, número de nuevos contactos, número de clientes nuevos, número de reuniones de venta, etc. Esto es algo que siempre enseño a mis clientes y es el último paso de mi sistema de trabajo. Si te lo saltas te pierdes y tomarás decisiones al azar, sin datos y sin criterio. Por lo tanto, aunque te resulte aburrido o tedioso, MÍDELO TODO.
6. Vuelve a tu centro
Los momentos difíciles en tu negocio te llevan a sentir que has perdido el rumbo y suele ser así. La vorágine del día a día te lleva a tomar sin darte cuenta decisiones que tienen que ver únicamente con la razón y no con el corazón y uno y otro han de estar alineados. En la búsqueda de soluciones a un problema siempre tienes que volver a encontrar tu centro y conectar con él. Esto es algo fundamental para retomar tu actividad desde el lugar adecuado y tomando las decisiones correctas.
Tu centro lo recuperas volviendo a conectar con dos elementos esenciales que forman parte de tu esencia:
Tu PARA QUÉ y tus VALORES
- Ganar dinero.
- Dejar un legado.
- Servir a los demás.
- Conseguir un estilo de vida.
7. Toma decisiones y retoma de nuevo el camino con todo lo aprendido
Si has seguido todos los pasos anteriores sin saltarte ninguno, en poco tiempo estarás en condiciones de saber qué hacer y cómo. A veces parece magia y de pronto aparece la energía que habías perdido y lo hace además totalmente renovada y con mucha más fuerza.
¿Por qué sucede esto? Porque en todo ese proceso has evolucionado como ser humano y has dado el salto interior que necesitabas dar para convertirte en la persona que está más cerca de materializar aquello que quieres conseguir. Sí, los momentos difíciles en el fondo son maravillosos y con el tiempo, cuando mires atrás, te darás cuenta que fueron absolutamente necesarios para conseguir tu sueño. Vívelos como lo que son: una parte del proceso.
Y ahora dime. ¿En qué momento de tu negocio estás? ¿Qué dificultades te estás encontrando? Compártelo en los comentarios para que pueda ayudarte.
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2 comentarios en «7 pasos para superar los momentos difíciles en tu negocio rápidamente»
Hola Azucena,
Me siento identificada con casi todos los puntos que comentas.
He hecho cursos y ahora en la mitad de los 40 estoy trabajando de lo que hice en mi carrera universitaria pero no logro asentarme ni tengo la seguridad económica de un sueldo mensual.
Además, he tenido que ver cómo en el mismo proyecto, personas con menor cualificación y que tenían ‘contactos’ o enchufes dentro del proyecto les han dado cargos con mucha responsabilidad e implicación, con una gran visibilidad y muy bien pagados, mientras que yo tras 4 años con ellos, al no tener la ‘suerte’ de tener estos contactos o padrinos, cobré una miseria (50 euros por unidad frente a los 300 de ellos) por casi el mismo trabajo.
Es verdad que no hay que compararse con nadie y hay que agradecer lo bueno. Mi CV no está mal, pero me siento estancada, no acabo de despegar e incluso ahora estoy desmotivada y con ganas de resetearme y dejarlo todo y cambiar de profesión.
Me he ido formando profesionalmente en estos años en temas de crecimiento personal (masaje shiatsu y tuina chino como facilitadora de meditación y mindfulness). Me encantaría trabajar de esto porque siento que esta es mi misión de vida. Sin embargo, me lastra este actual trabajo que tengo, también porque también soy muy conocida en mi campo, pero me siento cansada de interpretar un papel que no siento ni me motiva.
Otra cosa que me ha lastrado y mucho es el dinero, en mi familia la crisis se cebó en 2010 con mi familia y mis pocos ahorros fue para ayudar a salir a flote y que no nos echaran de casa por desahucio. Habia ahorrado para empezar con lo del crecimiento personal, y ahi quedó como un sueño truncado.
Mi vida ha sido muchas veces un empezar con mucha ilusión proyectos, y quedarse éstos a mitad de camino, sin acabar. Eso afecta y mucho anímicamente y en tu autoestima y motivación.
No quiero parecer una victimista y siento haber contado mi vida en verso.
Sé que todos tenemos problemas y lo asumo, pero cuento mi testimonio desde la mayor de las modestias sólo y como ejemplo de la vida misma de que efectivamente se dan estos casos que has explicado,.
Un abrazo. ????????????
Gracias por compartir tu experiencia, Maribel. Lo que comentas de compararte con otros, efectivamente, no te ayuda. El foco siempre ha de estar puesto en tus clientes y en lo que te pueden aportar. Mirar a la competencia para aprender y seguir adelante. Lo que es justo o injusto es relativo además de una trampa que te hace perder energía. Todo se basa en 2 acciones: promocionarte desde el aporte de valor al otro conectado con tu talento y tu sentir y venta. Ese ha de ser el foco siempre. Un abrazo y gracias de nuevo por compartir.