Los 4 aceleradores del crecimiento de tu negocio

Cuando se trata de avivar el fuego para tener una buena llama, hacen falta unas buenas brasas, buena madera y un fuelle para dar aire. Las brasas por sí solas ya dan calor pero lo cierto es que sin los otros dos ingredientes están condenadas a apagarse más tarde o más temprano.

Tu negocio, una vez que lo pones en marcha, es igual que las brasas. Digamos que tú le pones la mecha, pero para mantener una buena fogata no basta con tus propios ingredientes, más tarde o más temprano tienes que salir a buscar algo más que lo alimente. Aquí no vale ser de «mecha corta» si quieres de verdad prosperar.

Paralelamente y puesto que tu negocio no deja de ser un reflejo de ti mismo y de cómo funcionas en tu día a día, tu manera de funcionar no puede ser a altibajos, sino a ritmo más o menos constante, porque lo que estás corriendo no son los 100 metros lisos, sino la marathon de Nueva York.

Bajo mi punto de vista existen 4 factores esenciales que necesitas tener en cuenta si quieres realmente acelerar y mantener el crecimiento de tu negocio. Todos ellos tienen el mismo punto de partida, TÚ, porque depende de ti únicamente el tomar la decisión de tenerlos en cuenta.

1.- Acción enfocada constante

Esto es clave. Como te acabo de decir, si vas a altibajos, tu negocio irá a altibajos y si estás más en los «bajos» que en los «alti» estarás todavía más estancado. Por lo tanto, es importante, que en tu día a día instales acciones que tengan que ver con los 3 pilares básicos que sustentan cualquier negocio y además hacerlo en la proporción adecuada. Es decir…

• Marketing y ventas 60%
• Producción 20%
• Gestión 20%

Lo que verdaderamente aviva el fuego de tu negocio y genera crecimiento es la acción enfocada y constante al marketing y a las ventas. Si paras eso, es lo mismo que dejar de echar madera o de soplar. Podrás estar produciendo (tener ascuas), pero aunque produzcas porque ya has generado unas ventas, tienes que seguir dedicando una buena parte del tiempo a seguir consiguiendo clientes.

Por lo tanto, define las acciones más relevantes que tengan que ver con esa parcela de tu tiempo y prográmalas y ejecútalas de manera diaria. El hábito no hace al monje pero sí al empresario.

2.- Apoyos

Si quieres crecer de verdad no vas a poder hacerlo si estás solo por dos sencillas razones:

• Porque no sabes hacerlo todo
• Porque tu tiempo es limitado

Por lo tanto, si de verdad quieres impulsarte y crecer, tienes que buscar apoyos a medida que vas avanzando y son en cuatro líneas:

• Asesores en distintas disciplinas en los que inviertes para formarte
• Proveedores en los que inviertes para mejorar tu producto o servicio
• Socios o colaboradores con los que haces caja conjuntamente
• Empleados con los que creces en estructura

Con todos ellos además delegas y repartes trabajo y por lo tanto tiempo, que es lo que te va a proporcionar el efecto palanca fundamental que necesitas para impulsarte y generar crecimiento.

3.- Contactos

Una de las fuentes de las que tu negocio necesita beber constantemente son los contactos. Incorporar el networking a tu disciplina diaria es fundamental y además con un triple objetivo:

• Estar al loro de nuevas oportunidades para generar negocio
• Hacerte visible
• Mejorar tu reputación

Si no te mueves te pierdes cosas, te cierras al mundo poco a poco y acabas ahogando el fuego y ahogándote tu.

4.- Tu mentalidad

Nada de lo anterior podrás materializarlo si no tienes instalada en ti una determinada manera de pensar que esté orientada a la apertura y el crecimiento continuo:

• Si crees que los demás no van a hacer las cosas como las haces tú
• Si crees que no necesitas formarte en nada porque ya lo sabes todo
• Si temes que te hagan sombra los demás
• Si temes que los demás te roben tus ideas o tus clientes
• Si prefieres estar sólo para no tener que repartir la tarta
• Si postergas lo importante y mareas la perdiz haciendo lo que no toca
• Si no sientes curiosidad por todo lo que te rodea
• Si no estás enfocado a soluciones
• Si te da pereza la gente
• Si te da pereza el cambio
• …etc

Entonces nunca dejarás de ser brasa, que no es lo mismo que ser «un brasas», aunque ambas cosas no son necesariamente incompatibles.

Generar crecimiento al final de la película es una cuestión de actitud y ambas (película y actitud) se eligen.

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