«No sé venderme» es una de las frases que más escucho de mis clientes cuando llegan a mí. Tener que venderse genera miedo, inseguridad, vergüenza…te sientes atenazado y buscas una y otra vez atajos para no tener que hacerlo (he pasado por ello). Sin embargo, si quieres emprender y en especial, hacerlo con tus propios servicios, no tienes escapatoria.
Venderse es mucho más fácil de lo que piensas. Venderse no es ir por ahí sacando pecho hablando de lo bueno que eres ni tener que demostrar nada a tu cliente potencial. Eso da vergüenza y hace sentirse un farsante a cualquiera que tenga intención de vender desde la honestidad y dar sentido a lo que ofrece. Los tiempos de la prepotencia y la agresividad en la venta, aunque siguen existiendo, cada vez están más caducos y generan más rechazo.
Como clientes somos cada vez más exigentes y estamos mucho más informados. Queremos que nos entiendan y que nuestros problemas realmente importen y nos quieran dar una solución que nos proporcione resultados reales.
Por lo tanto, venderse implica hacer un acto de humildad en donde es el otro el que tiene que sentirse importante y ser el protagonista de la historia. ¿Cómo hacerlo entonces?
Te lo cuento en el video. Entra y dale al play.
Aquí te dejo otros contenidos de mi blog para complementar lo aprendido:
No sé venderme en redes sociales, ¿por dónde empiezo?
Dime cómo ligas y te diré cómo vendes
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